Add parallel Print Page Options

Cuando llegaron al término de Suf, Saúl dijo al criado que lo acompañaba:

— Vamos a regresar, no sea que mi padre empiece a preocuparse más por nosotros que por las asnas.

Pero el criado le respondió:

— Mira, en esta ciudad vive un hombre de Dios muy respetado, pues todo lo que dice se cumple puntualmente. Acudamos a él y quizá nos indique el camino que debemos seguir.

Saúl le contestó:

— Pero, si vamos, ¿qué podemos llevar a ese hombre? Porque ya no nos queda pan en las alforjas y no tenemos nada que ofrecerle. ¿Qué nos queda?

Read full chapter